En esta práctica de 15 minutos de Mindfulness centramos nuestra atención en la respiración.
Se trata básicamente de observar cómo entra y sale el aire de nuestro cuerpo, observando el proceso de la respiración desde el inicio de la inhalación hasta el final de la exhalación, y sin tratar en ningún momento de forzarla. Así es como entrenamos a nuestra mente a ser más estable y menos reactiva.